En este episodio de Claudio Nieto Maestre, profesor de Educación Física en secundaria, bachillerato y ciclos formativos, se entrevista al psiquiatra Pablo Malo, autor del libro Los peligros de la moralidad (2021). En dicho libro (al que si se puede, se dedicará más espacio y referencias al mismo en otra ocasión), el autor pretende abarcar una realidad que se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad: las mayores maldades las ha cometido gente que creía que estaba haciendo el bien (Malo, 2021). Y apunta: "Mi búsqueda tiene que ver en esencia con vivir en el País Vasco y haber sido por ello testigo del terrorismo de ETA y de cómo un porcentaje significativo de la población no solo no condenaba, sino que justificaba esta violencia". Además, lo más interesante es que comenta que "la mayoría eran personas que tenían valores, principios morales e incluso algunos de ellos eran sacerdotes" (Malo, 2021). Señala también en sus páginas que con moralidad se refiere a la capacidad humana de diferenciar entre bien (actos buenos) y mal (actos malos). Con todo, pretende dejar cuenta de que esta moralidad "es un arma de doble filo", tener moral se presenta así como algo necesario, pero no toda la moral permite el respeto y la convivencia entre las diferentes personas -diversidad que es inherente a nuestra naturaleza, sabemos que no hay dos seres vivos iguales, aunque nuestras "letras de la vida" o bases nitrogenadas del ADN, como ya se apuntó en otra ocasión que recoge el bioquímico López Otín en uno de sus libros, sí son iguales: adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T)...-.
En cuanto al episodio "¿Hay buenos y malos? Desafía tus creencias con Pablo Malo" (22/09/24) (enlace a Youtube, aunque disponible en otras plataformas también), habla de cómo la moralidad muchas veces se ha utilizado para legitimizar (y se sigue utilizando) guerras, actos terroristas, genocidios, maltratos... Pero también de otro aspecto interesante que cada vez cobra más protagonismo en nuestros tiempos: cómo una ideología "x" (siendo "x" cualquier cosa) pretende en ocasiones hacerse con la supremacía moral en un mundo hipermoralizado, en el que etiquetar al otro que piensa diferente dentro de una categoría se ha vuelto habitual. Incluso ideologías supuestamente "buenas y relacionadas con el sistema democrático" como el feminismo, el cambio climático, cuestiones relacionadas con la identidad de género, con la dieta incluso (como carne/no como carne), pretenden a veces "elevarse" como lo correcto despreciando a todo aquel que no piense de esta manera etiqutando de "negacionistas", "fascistas", etc.
Es un episodio y un libro que sin duda invitan a una reflexión más que necesaria en el panorama actual del ámbito político, pero también en el social, en el cultural, en el religioso... En este contexto, la libertad de pensamiento y de acción es, a veces, una ilusión, así como la libertad de opinión (con los límites en el respeto al honor y la dignidad del otro, a la imagen, etc, principios constitucionales básicos) es en ocasiones una fuente de conflictos y un arma para censurar y catalogar, para faltar al respeto y querer imponer, más que para compartir, lograr entendernos e incluso, poder enriquecernos con quien piensa de otra manera. Porque dentro de cada grupo hay diferencias y entre diferentes grupos, también hay similitudes. Y todos los grupos pertenecemos a uno solo: el de la humanidad y la vida, aunque haya quien se crea dueño del mundo y superior a cualquier persona por motivos de raza, sexo, religión, ideología o cualquier otra circunstancia o condición.